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El suelo y la germinación

En el estilo actual de búsqueda por intentar mejorar las producciones agrícolas, lo más normal es que los insumos necesarios para “estar la moda” terminen encareciendo los costes de producción al agricultor, al margen de añadir sustancias no naturales al suelo. Y así, parece que los investigadores trabajamos más para el lucro de las empresas que en pro del beneficio de los granjeros. En la nota de prensa que os ofrecemos hoy, extraída del Noticiero ARS, un investigador dice que “en ciertas condiciones”, se puede beneficiar la germinación adecuada de las semillas si estas son recubiertas de un polímero que se activa cuando la temperatura del suelo sobrepasa un cierto umbral. El objetivo estriba en lograr que germinen bajo las condiciones adecuadas de humedad y temperatura, no antes ni después, mejorando el rendimiento de los cultivos. ¿Novedoso? Yo diría que no tanto. Se han escrito otros muchos estudios acerca del Revestimiento de semillas. Eso si, este científico también comprobó una respuesta diferente en función de que la tierra fuera labrada o se utilizara el sistema de labranza cero. Abajo podéis obtener más información a este respecto, en la nota de prensa que reproduzco del mentado Noticiero ARS. Supongo que una vez publicado el estudio, y bajo patente, se comercializará el recubrimiento polimérico, o la semilla ya coquetamente vestida con el nuevo traje. ¡Negocio al canto! Y el campesino a pagar el supuesto beneficio correspondiente. Ahora bien, ya os mostramos en diversos post que en la agricultura natural de Masanobu Fukuoka, se utilizaba el Nendo-Dango (ver abajo alguno algunos de los varios post que hemos editado sobre esta técnica), que no era otra cosa que sembrar las semillas recubiertas con arcilla bajo unas condiciones fáciles de ser llevadas a cabo por el propio agricultor. El éxito del Nendo-Dango, libre de copyright (es decir gratuito) ha sido demostrado sobradamente en diversos ambientes, suelos y climas. Sería interesante que se constatara si el polímero funciona mejor que el ya mentado Nendo-Dango, o si a la postre genera menores rendimientos. No estaría de más saber el efecto del polímero de marras sobre el suelo (composición de mismo, residuos que genera, tasa de descomposición, etc.). La incorporación de arcilla a los horizontes superficiales del suelo suele ser beneficiosa, a no ser que el horizonte A órgano-mineral ya tenga exceso de la misma. Uno termina sospechando si algunos colegas, tras denostar lo que consideran “no científico” se dedican a la postre a plagiar, patentar y lucrarse económicamente con propuestas más onerosas, pero basadas en las que desprecian. Se trata de un asunto muy delicado, por cuanto buena parte de las instituciones científicas acosan a sus científicos a que colaboren con las empresas y obtengan beneficios pecuniarios para el organismo que los ampara (y ellos mismos). Sin embargo, cabría recordar que los salarios de los científicos que trabajan para la administración son sufragados por los ciudadanos y entre ellos, lógicamente, se encuentran los propios agricultores. Bajo la economía neoliberal llegamos siempre al mismo nudo gordiano: los que menos tienen pagan más y más (de varios modos), con vistas a que las empresas obtengan pingues beneficios. Francamente todo esto me genera bastante asco. Juan José Ibáñez

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